La librera y los genios


 

LA LIBRERA Y LOS GENIOS

UNA HISTORIA DE NUEVA YORK

Frances Steloff

 

“Sin un corazón abierto, no podría haber una mente abierta.”

Frances Steloff.

Frances Steloff abrió las puertas de su librería, la Gotham Book Mart, en 1920 en la ciudad de Nueva York, dando comienzo así a un hermoso capítulo de la literatura del siglo XX y de la historia de las librerías.

La Gotham llegó a convertirse en todo un referente y en un emblema gracias a la trama escrita durante años por su librera y cuya urdimbre principal la formaban el valor, la pasión y sin duda la bondad con la que Steloff siempre dirigió y guió la librería y su trabajo como librera, dejándonos así un legado de amor por los libros inspirador y único.

En las páginas de La librera y los genios, Steloff nos cuenta la historia de la Gotham con una sencillez, una serenidad y una emoción que consigue que en numerosas ocasiones mientras lees el libro, se te erice la piel o sonrías con complicidad. El texto tiene además cierta pureza porque es una narración carente absolutamente de ego.

Por la Gotham pasaron y se refugiaron escritores y escritoras como William Faulkner, John Steinbeck, Christopher Morley, Arthur Miller, Anaïs Nin, Gertrude Stein o Marianne Moore. Steloff describe sus recuerdos de ellos más desde un punto de vista humano que literario, y lo que nos muestra son hombres y mujeres, en su gran mayoría buenos, que luchan, que se ayudan entre ellos y que comparten su pasión vital por la literatura. Su descripción está alejada de la pomposidad de los grandes nombres en favor de otra descripción más profunda, natural y real pues ella formaba parte de todo aquello, era una de sus protagonistas y aquel era su mundo.

Sus recuerdos son destellos de luz, ventanas a instantes dentro de su librería que son todo un regalo para quien los lee y un ejemplo para los libreros de distintas generaciones.

Como librera leer este libro de Frances Steloff ha supuesto para mí un encuentro inolvidable con ella, y un deseo…quién pudiera trabajar en una librería hasta los 101 años. Yo, doy gracias por cada día.

Sagrario Santamaría Martín.